
Rua do Giz, que alguna vez fue escenario de una telenovela, alguna vez albergó un importante corredor económico, y en oposición a eso, también fue la cuna de la vida bohemia de Sao Luis do Maranhao.
Entre las callejuelas de la región histórica de la ciudad, la Rua do Giz (o 28 de Julho) se destaca por su conjunto arquitectónico y por su importancia social dentro de la vida cotidiana de la ciudad.
Tomando una larga extensión de la antigua parroquia de Nossa Senhora da Vitória (hoy barrio de Praia Grande), comenzaba en Largo do Palácio y terminaba en Rua Nova Cascata.
Tras la reforma urbanística que llenó el Largo y un tramo de la Rua de Nazaré, hoy la calle parte de Nazaré y termina en la Rua Jacinto Maia, paralela a la Convento de Merces.
El conjunto de taludes y escaleras recibió el nombre de “Giz” en alusión a “la pendiente arcillosa empinada y resbaladiza, que dificultaba el tránsito, por lo que recibió la escalinata que corrigió el defecto”, según explicó el investigador Carlos de Lima.

Rua do Giz en São Luís do Maranhão
El nombre “28 de Julho”, según Domingos Vieira Filho, se debe “a Antônio Henriques Leal cuando era chambelán en 1865”. La denominación es una referencia a la fecha de Adhesión de la Provincia de Maranhão a la Independencia de Brasil en 1823.
Zona de luz roja inferior (ZBM)
La Rua do Giz aún conserva características de la época en que junto a las calles de Palma, Estrela, Saúde, Afonso Pena y Travessas da Lapa, Feliz y Portinho formaban la Zona do Baixo Meretrício (ZBM). El conjunto de lugares públicos fue estigmatizado como espacio de desenfreno, prostitución y engaño, pasando por dos momentos bien diferenciados.
Según la profesora Marize Campos, la tentativa de segregar un espacio en la capital para la actividad de la prostitución formaba parte de un proyecto más amplio, que tenía como objetivo “el saneamiento urbano de São Luís, al que estaban vinculados intereses de saneamiento moral”. Ordenar y civilizar la ciudad supone definir un espacio de placer en el perímetro urbano.
Desde principios de la década de 1930, la ramera ludovica se convirtió en el blanco de las intervenciones de las autoridades públicas. A partir de septiembre de 1931, en las casas de prostitución, “comenzaron a realizarse recorridos diurnos y nocturnos de la Guardia Civil […]
En São Luís, las interferencias se verificaron, en un principio, en la imposición de límites a los horarios de circulación de las prostitutas en el territorio de la ciudad”.
En ese período, la región era definida por los asiduos y residentes por el glamour que tenían sus discotecas y locales allí instalados. Estos clientes habituales formaban parte de la élite de Ludovica.

Y estaban allí porque las cortesanas se presentaban bien vestidas, los salones tenían música de buena calidad con los mejores músicos de la ciudad, lo que confería a los dueños de los establecimientos el estatus de “señoras” de gran poder y respeto.
Mansiones en Rua do Giz
El segundo momento comienza en la década de 1980 y marca el declive de la ZBM. Las damas se convirtieron en viejas prostitutas, llenas de niños y, en su mayoría, con grandes dificultades económicas.
Las discotecas glamorosas de hoy no son más que mansiones mal mantenidas transformadas en viviendas para albergar familias numerosas.
Las casas coloniales de este tramo de la Rua do Giz contrastan con algunas de las más bellas e imponentes casonas de la calle, sede de ilustres e importantes comercios de la ciudad.

Entre ellos, el Solar da Baronesa de Anajatuba, donde ahora se encuentra el Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico de Maranhão (Iphan), y la mansión de la música Lilah Lisboa, sede de la Escuela de Música de Maranhão.

El primero denominado “Caballo de Troya”, por ser uno de los edificios más altos de esta zona, tiene cuatro plantas, rematadas en alero, con una fachada simétrica orientada a poniente.
El segundo edificio tiene tres pisos formados con paredes de piedra de la época colonial y elementos decorativos de estilo Art Nouveau de principios del siglo XX, traídos a São Luís por el arquitecto italiano Gaspar Iconazone. Su fachada está retranqueada con respecto a los edificios circundantes, rodeada por un muro hueco con módulos circulares.
En la calle también había tiendas y bancos, como Machado Cavalcanti & Cia, que vendían productos alimenticios importados como aceite de oliva, bacalao, refrescos y chocolates. O como Batista Nunes & Cía, que trabajaba con la venta de menudencias, estiba y cigarrillos.
Las casas bancarias estuvieron representadas, entre otros, por el Banco Comercial do Maranhão, el Banco do Maranhão, inaugurado en 1855 y el famoso Banco Comercial. También había casas de crédito, como Ferreira & Cia, ubicada en el edificio número 5, que ofrecía servicios de comisión y consignación, y Viana & Santos, ubicada en el número 9.
Hoy la calle es un espacio para restaurantes, hoteles, museos y centros culturales, como el Centro de Cultura Popular Domingos Vieira Filho, la Casa da FÉsta y el Centro de Investigaciones de Historia Natural y Arqueología de Maranhão. Próximamente también albergará el Museo de la Lengua Portuguesa – Maranhão.
São Luís do Maranhão y Guía Turística y Turística del Nordeste