Parque Nacional del Descubrimiento y su biodiversidad

El Parque Nacional del Descubrimiento se encuentra en el extremo sur de Bahía, en una de las últimas zonas de selva atlántica que quedan en el estado.

La región, gravemente afectada por madereros y cazadores, aún conserva una vasta área de selva intacta, esencial para la preservación de la rica biodiversidad local.

Parque Nacional do Descobrimento
Parque Nacional del Descubrimiento.

Patrimonio de la Humanidad y reserva de la biosfera.

El parque forma parte del Sitio del Patrimonio Mundial Natural de la Costa de los Descubrimientos, reconocido por la UNESCO, y de la Reserva de la Biosfera.

El área abarca las fuentes del río Cahy, en cuya desembocadura se encontraba el primer punto de anclaje de la flota de Pedro Álvares Cabral durante el descubrimiento de Brasil.

Vídeo sobre el Parque Nacional do Descobrimento.

Parque Nacional do Descobrimento na Bahia
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Parque Nacional do Descobrimento na Bahia

Características geográficas

El relieve del parque está constituido por mesetas costeras de la formación de Barreiras, situadas a una altitud de unos 100 metros. El suelo predominante es areno-arcilloso y el relieve es en gran parte llano.

Aunque la tala selectiva ha afectado a la vegetación, el parque conserva bien la flora autóctona. También hay zonas de mussununga, una vegetación rara y especializada que a menudo se confunde con otros tipos de vegetación, como los bosques ombrófilos y los árboles de restinga.

Ver el mapa de la Costa de Descubrimiento.

Flora y fauna.

La flora del parque incluye árboles imponentes como el jacarandá da bahia, la braúna, el imbiruçu y otras especies típicas de la Mata Atlántica. El parque es también una de las últimas reservas de la planta de ruda, endémica de la región y utilizada para fabricar artesanías como morteros.

La fauna es una de las principales atracciones del parque. Un estudio realizado en 2001 registró 47 especies de aves, 44 de las cuales son endémicas de la Mata Atlántica.

Entre las especies destacan el loro chucao (símbolo del parque), el macuco, el halcón real y el paujil del sur, en peligro crítico de extinción.

El parque también alberga 34 especies de mamíferos medianos y grandes, como el tapir, el jaguar y la yaguarundí. Además, se han identificado nuevas especies de anfibios anuros, lo que amplía el conocimiento de la biodiversidad local.

Esto supone un gran potencial para la investigación y el ecoturismo.

Aunque el parque aún no está abierto al público, se llevan a cabo actividades de educación ambiental e investigación científica bajo la supervisión del personal del parque.

Gran parte de la diversidad biológica de la región aún no se conoce lo suficiente, lo que ofrece una oportunidad única a los investigadores interesados en la biología de la conservación.

Clima y acceso

El clima de la región es tropical húmedo, con temperaturas y humedad elevadas durante todo el año, sin estación seca definida.

El acceso al parque se realiza a través de la autopista BR-101 hasta Itamaraju y, posteriormente, por la autopista BA-489 hasta Prado, donde se encuentra la sede administrativa del parque. Allí se ofrece información turística y medioambiental, así como material educativo sobre estos temas.

Infraestructura y alojamiento

La infraestructura del parque es básica, con una oficina de campo en la entrada y un puesto de avanzada cerca de la aldea de Cumuruxatiba, ocupada por indígenas pataxó. En las localidades vecinas, como Itamaraju y Prado, hay buenas opciones de alojamiento y gastronomía.

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