La ciudad de Miranda, en Mato Grosso do Sul, es una base para los viajeros que atraviesan el Pantanal meridional. En la región hay varias haciendas donde se puede pasar el día, pernoctar y hacer excursiones por el Pantanal.
Miranda se encuentra a 205 kilómetros de la capital, Campo Grande.
En las afueras del municipio de Miranda, MS, se encuentran algunas de las estancias más imponentes de la región, abiertas al público, entre ellas la famosa Caiman, que alberga el primer centro de ecoturismo de Mato Grosso do Sul, inaugurado en 1987.
La ciudad, fundada en 1778, está bañada por el río Miranda, uno de los mayores afluentes del río Paraguay.
De estilo típicamente rural, tiene calles tranquilas y arboladas. Por la noche, los jóvenes frecuentan los bares de la avenida Afonso Pena.
El edificio de mayor importancia histórica y arquitectónica de Miranda es la antigua estación de ferrocarril, que alberga la Casa do Artesão y el Departamento Municipal de Turismo y Medio Ambiente desde 2002.
Pontos turísticos da cidade de Miranda MS05:18
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Atracciones turísticas de Miranda MS.
- Centro de Referencia de la Cultura Indígena Terena.
- Centro de cría del Reino Salvaje.
- Espectáculo de entourage ganadero.
- Ingenio Santo Antônio
- Parroquia de Nuestra Señora del Carmen.
- Granja hotel en Miranda de Ebro (Burgos). Turismo rural.
1. Centro de Referencia de la Cultura Indígena Terena.
Construido en madera, este espacio se encarga de preservar la cultura de la que es la mayor nación indígena de Mato Grosso do Sul, con 15 000 habitantes, de los cuales casi la mitad vive en la región de Miranda.
Encontraremos paneles explicativos que nos hablarán de la historia y las costumbres de los indios terena, y una pequeña exposición mostrará piezas de barro realizadas por ellos. Intercambio BR-262, Departamento Municipal de Turismo y Medio Ambiente).
2. Centro de cría Reino Selvagem
Inaugurado en 1989 por una pareja de ganaderos, este centro se creó para hacer frente a la caza ilegal de caimanes, un grave problema que afectaba al Pantanal en aquella década.
En el establecimiento, los turistas pueden ver la laguna donde se mantienen cientos de caimanes durante la fase de reproducción y los estanques de engorde, con capacidad para 12 000 caimanes.
En la sede de la granja Cacimba de Pedra, donde se encuentra el criadero, se sirven diversos platos a base de caimán.
3. El espectáculo de los animales
Cuando el Pantanal empieza a inundarse y el agua invade los pastos, los ganaderos se ven obligados a trasladar el ganado a tierras más altas, donde estarán a salvo de las inundaciones.
Cuando cesan las lluvias, el ganado regresa a sus zonas de invernada originales.
Estos viajes, que pueden durar entre veinte días y cuatro meses, se realizan en caravanas llamadas «comitivas». Durante el viaje, que puede durar hasta 20 kilómetros al día, se conducen unos mil animales.
Algunas de las granjas del Pantanal, como Aguapé, Baia Grande Pequi y Santa Inês, por ejemplo, acompañan a los turistas en estas increíbles marchas.
Tradicionalmente, una comitiva está formada por siete personas, cada una con una función específica.
El cocinero va delante de la manada para preparar el almuerzo y elegir el lugar de descanso. Goza de muy buena consideración y, además de preparar la comida, se encarga de montar el campamento.
El ponteiro, el líder del grupo, está a la cabeza de la manada y se encarga de comunicarse con los viandantes mediante diferentes sonidos del berrante.
A los lados, los achicadores ayudan al puntero a guiar el rebaño. En la retaguardia, el encargado de conducir el ganado cuenta con la ayuda de dos culateiros, vaqueros encargados de atrapar a las reses que se escapan.
La rutina diaria de conducir el ganado, que comienza antes de que salga el sol, se rige por ciertas normas de comportamiento que pueden variar: por ejemplo, no se les permite quitarse el sombrero mientras comen. También hay un participante muy especial en las concentraciones: el caballo del Pantanal.
Se trata de una raza autóctona que se adapta extraordinariamente bien a las condiciones locales: tiene un casco resistente a las zonas pantanosas, es hábil para pastar en forrajes sumergidos durante los periodos de inundación y soporta bien el trabajo de ganadería extensiva.
Además de la Asociación Brasileña de Criadores de Caballos del Pantanal (ABCC), creada en 1972, otras organizaciones como la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa/Pantanal) y la Universidad Federal de Mato Grosso do Sul llevan a cabo proyectos de investigación y preservación de la raza.
4. Ingenio Santo Antônio
Usina Açúcareira Santo Antônio: este edificio histórico de 1900 fue durante mucho tiempo una empresa dedicada a los derivados de la caña de azúcar.
5. Parroquia de Nuestra Señora del Monte Carmelo
Miranda es una de las ciudades más antiguas de Mato Grosso do Sul, fundada el 16 de julio de 1778.
La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Monte Carmelo es uno de los edificios centenarios de la ciudad, situado frente a la Plaza Agenor Carrilho y flanqueado por la Casa Parroquial (antigua residencia de las monjas), la escuela Funlec y la actual sede del Ayuntamiento.
La iglesia, de estilo ecléctico, fue construida en 1931 y actualmente pertenece a la Mitra Diocesana de Jardim.
6. Granja Hotel en Miranda MS – Turismo Rural
- Finca San Francisco, Miranda MS.
- Granja Baía Grande
- Refugio Ecológico Caimán.
1. Granja San Francisco, en Miranda (MS).
Lo más destacado de esta finca de 14 800 hectáreas dedicada al ganado vacuno y a las plantaciones de arroz son los programas de uso diurno.
Situada a 36 kilómetros de Miranda, la Fazenda San Francisco puede acoger grupos de más de cien turistas al día. Para quienes deseen pernoctar, hay un albergue sencillo.
La granja alberga el Proyecto Gadonça, cuyo objetivo es estudiar a los jaguares, y acoge a voluntarios para realizar visitas de turismo científico.
Atracciones turísticas de la Granja de San Francisco
- Paseo en chalana.
El paseo fluvial tiene lugar en el arroyo Sào Domingos, un afluente del río Miranda. Durante el paseo, es posible observar garzas, cormoranes, martines pescadores, piqueros y espátulas, así como las más raras nutrias gigantes.
El programa dura dos horas y media e incluye paradas para pescar pirañas.
- Avistamiento nocturno de fauna salvaje.
Durante el recorrido de dos horas y media en un coche 4×4, pasaremos por campos de regadío y pequeñas granjas.
En el camino se pueden ver tapires, glotones, osos hormigueros, ciervos y, con algo de suerte, jaguares.
- Observación de aves
Los observadores de aves, que son los practicantes de esta afición, suelen utilizar prismáticos y guías de campo para ayudar a identificar las distintas especies.
La Fazenda San Francisco alberga 346 especies de aves, muchas de ellas en peligro de extinción, como el guacamayo jacinto (Anodorhynchus hyacinthus).
- Guacamayo jacinto (Anodorhynchus hyacinthinus).
- Seriema (Cariama cristata).
- Sarkidiornis melanotos.
- halcón pato (Spizaetus melanoleucus).
- También se han avistado jilgueros (Carduelis magellanicus), entre otras especies.
Un hallazgo importante de la investigación fue que la Fazenda San Francisco es un lugar estratégico de descanso y alimentación para decenas de aves migratorias, tanto del norte como del sur: águila pescadora (Pandion haliaetus), correlimos piquigualdo (Dolichonyx oryzivorus) y diferentes especies de correlimos.Cocoroba (Coscoroba coscoroba), pernilongo (Himantopus melanurus), narceja (Gallinago paraguaiae), así como papamoscas: tesourinha (Tyrranus savana), verão (Pyrocephalus rubinus) y otros.
Algunas de estas especies se cuentan por centenares o incluso miles, y permanecen en la granja durante meses hasta que regresan a sus zonas de cría.
- Turismo científico: hay dos programas.
En ambos, los participantes pueden seguir las actividades de campo del Proyecto Gadonça, que monitoriza el comportamiento de los jaguares que viven cerca de las haciendas ganaderas.
El objetivo es establecer formas más eficaces de prevenir los ataques de estos animales al ganado.
- El programa «Turismo de Investigación Científica» dura entre tres y cinco días, durante los cuales se imparten conferencias y se hace un seguimiento de los jaguares que llevan radiotransmisores.
- Otra opción es el programa «Voluntarios en la naturaleza», que dura al menos dos semanas. Gracias a la formación que reciben, los visitantes pueden participar en todas las tareas que lleva a cabo Gadonça, como la comprobación de cámaras trampa, moldeado de huellas, recogida de heces y salidas nocturnas para observar jaguares.
Los participantes, que se alojan en albergues colectivos, deben tener al menos dieciocho años y gozar de buena salud física.
Ubicación:
Desde Miranda, son 36 kilómetros por la BR-262, km 583, en dirección a Corumbá, hasta la entrada de la Fazenda San Francisco (hay carteles indicativos).
2. Granja Baía Grande
Situada en el extremo sur del Pantanal, a 20 kilómetros de Miranda, esta granja ofrece alojamiento y opciones de uso diurno.
Su propietario, Alexandre da Costa Marques, es un miembro de una familia tradicional de la región y un experto narrador del Pantanal.
La granja, de 1800 hectáreas, también forma parte del programa CRAS, por lo que podrá conocer de cerca esta labor de conservación de la fauna si se aloja en Baía Grande, donde a menudo se alojan los biólogos de la organización para supervisar la readaptación de ciertas especies.
Paseo en barco por Baía Grande: la hermosa laguna de 30 000 m² que da nombre a la finca se encuentra a 6 km de la sede.
Rodeada de bosque, con palmeras carandá que se alzan sobre ella, se pueden hacer excursiones en lancha motora o canoa canadiense, además de pescar pirañas, que es una buena alternativa. La mejor hora para ir es al amanecer o a última hora de la tarde, cuando la temperatura es más suave y la fauna y la flora están más activas.
Planifique una visita para disfrutar de la puesta de sol, pero no olvide utilizar repelente de insectos.
Atracciones turísticas de la Fazenda Baía Grande
- Hípica y manejo de ganado.
Hay muchas opciones para montar a caballo, ya sea fuera o dentro de la propiedad.
Otra sugerencia es participar en la conducción del ganado, tarea que suelen realizar paseantes que conocen los animales de la región.
Los niños, los ancianos y quienes no se sientan atraídos por los caballos pueden optar por un coche de caballos, que es una alternativa igualmente interesante.
- Avistamiento nocturno.
Esta actividad, que dura dos horas, se realiza en una camioneta con tracción a las cuatro ruedas y asientos fijados en la parte trasera del vehículo. Por la noche, la luz emitida por el sinbim, una linterna de gran potencia, se refleja en los ojos de los animales.
Durante el trayecto entre la sede y la «baía Grande» se pueden ver caimanes, así como mamíferos de hábitos nocturnos, como el «lobinho» y la «tamanduá-bandeira».
Cerca de la bahía, el croar de las ranas es un espectáculo en sí mismo.
Ubicación:
En Miranda MS, toma el camino de tierra hacia la aldea indígena de Lalima. Hay 18 kilómetros hasta la entrada de la finca.
3. Refugio Ecológico Caimán
Es el primer centro de ecoturismo de Mato Grosso do Sul.
El Refugio Ecológico Caimán es uno de los destinos más encantadores del Pantanal. Creado en 1987 por el empresario y ecologista Roberto Klabin, se encuentra en la finca Caimán, que abarca 53 000 hectáreas donde se combinan la ganadería, la investigación científica y el turismo ecológico.
Refúgio Ecológico Caiman - Pantanal MS
Entre los cuatro confortables lodges de la finca, destacan los atractivos Baiazinha y Cordilheira, ambos alejados del pueblo, con infraestructuras independientes y en medio de bellos paisajes.
El Refugio Ecológico Caimán cuenta con un equipo de guías universitarios que hablan inglés y tienen amplios conocimientos sobre la flora y la fauna del Pantanal.
Dirigen las excursiones, que siempre van acompañados de guías de campo locales.
Caimán ofrece una amplia variedad de actividades, todas ellas marcadas por un especial cuidado de la seguridad de los huéspedes y la preservación del medio ambiente.
A veces, el cuidado que se tiene con los turistas se interpreta como una limitación de su libertad, por lo que no se recomienda la finca a quienes prefieren organizar su propio programa.
Para preservar el ecosistema, en 2004 se creó la Reserva Privada del Patrimonio Natural de Doña Aracy (RPPN), un área de 5600 hectáreas dentro de la finca.
Proyectos de protección de la fauna
El Refugio Ecológico Caimán alberga dos proyectos de protección de animales en peligro de extinción.
Desde 2002, el Proyecto Jaguar (una asociación entre el Fondo para la Conservación del Jaguar [www.jaguar.org.br] y Conservación Internacional [www.conservation.org.br]), compensa económicamente a los ganaderos cuyos animales han muerto a manos de jaguares, con el objetivo de evitar que el animal sea cazado.
Según datos de 2006, once ranchos (con una superficie de 325 000 hectáreas) participan en el programa, que también ofrece atención médica y dental a los trabajadores de los ranchos.
Otro proyecto con sede en Caimán es el del guacamayo jacinto, creado en 1990 para investigar, gestionar y conservar esta ave.
Se calcula que solo en la década de 1980 se contrabandearon unos 10 000 guacamayos jacintos a mercados extranjeros, por lo que figuran en la lista oficial de especies amenazadas del Ibama y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). El proyecto supervisa 130 nidos naturales y 97 artificiales, según datos recopilados en 2004 y 2005.
Los resultados son alentadores: en una década y media de trabajo, la población de esta especie se ha triplicado hasta alcanzar las 5000 aves en la región sur del Pantanal.
El proyecto se centra en el albergue de Araraúna, propiedad de la Universidad para el Desarrollo del Estado y la Región del Pantanal (Uniderp).
Atracciones turísticas del Refugio Ecológico Caimán
- Safari.
Embarcaremos en coches abiertos para descubrir diferentes escenarios en busca de la fauna del Pantanal, donde esperamos avistar increíbles animales a lo largo del recorrido.
- Senderismo.
Doce senderos funcionan por turnos, lo que mitiga el impacto ambiental. Casi todos ellos empiezan en las inmediaciones de los albergues y continúan por bosques característicos de la zona.
Durante el recorrido, es habitual avistar bandadas de pecaríes y grupos de monos capuchinos.
Con un poco de suerte, los visitantes podrán avistar incluso el udú de corona azul (Momotus momota), una hermosa ave del Pantanal.
Las rutas duran entre una hora y media y tres horas. Safari fotográfico y avistamiento nocturno.
En la región del Caimán, generosa en animales, no es raro ver grupos de caimanes, capibaras, guacamayos jacintos, curicacas y osos hormigueros, entre muchas otras especies, aunque el ruido y el humo producidos por el camión que transporta a los turistas resultan un poco molestos.
- Canoa canadiense.
Las dos bahías de la finca se exploran a bordo de canoas con capacidad máxima para tres personas. La diversión aumenta cuando se rema lentamente cerca de la orilla, ya que se puede observar de cerca el comportamiento de garzas, espátulas, querqueros, cabezas secas y maguaris.
Pruebe a permanecer en completo silencio para escuchar la sinfonía de estas aves. La excursión dura unas dos horas, con una parada para descansar, pero no se desembarca de las canoas.
- También se puede disfrutar de un paseo a caballo.
Los programas de equitación de Caiman, muy estrictos con la seguridad de los huéspedes, pueden resultar monótonos para los más experimentados.
Por ejemplo, solo se permite montar en fila india. La excursión dura unas tres horas. Se trata de una de las atracciones más fascinantes de Caiman, ya que combina un programa de safari fotográfico con paseos en chalana y canoa canadiense, así como caminatas por las orillas del río.
Entre la sede y Aquidauana hay 32 kilómetros de caminos de tierra que se recorren en la parte trasera de un camión adaptado, desde donde se puede disfrutar del hermoso paisaje del Pantanal. De hecho, algunas personas han visto incluso el raro jaguar en esta ruta.
La actividad, que se paga aparte, dura cuatro horas y media.
- Observación de aves
Caiman ofrece un programa especializado para los interesados en la observación de aves, con guía.
La excursión se paga aparte. Se recomienda reservar con antelación para las excursiones de observación de aves.
- Instituto del Guacamayo Azul.
Vive una aventura supervisando los nidos de guacamayo diseminados por el refugio en compañía de biólogos del Proyecto Guacamayo Azul.
- Onçafari.
Siga los movimientos de los jaguares, que encuentran su hábitat natural en nuestro refugio. La excursión está dirigida por guías especializados de Onçafari, una iniciativa pionera dedicada a la conservación de esta especie.
Ubicación:
En el intercambiador de Miranda, tome la carretera en dirección a Agachi y continúe durante 2 kilómetros. Desde allí, hay otros 36 kilómetros por un camino de tierra hasta la sede.
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